Con una profunda nostalgia, recuerdo la primera vez que asistí, a finales de los años 70s, a la Escuela Dominical Los Reyes, en una Iglesia Metodista al oriente de la Ciudad de México. En ese sitio, fue la primera vez que estuve en contacto con las artes: el teatro, la literatura, el cine, la pintura, pero sobre todo con la música. Escuchar esas melodías infantiles, con “ritmos pegajosos”, fue una experiencia maravillosa. Toda la semana las estuve repasando, una, y otra, y otra vez. Inició una conexión mental y emocional. Había enviado los sonidos directamente al archivo de datos. La música fue un elemento importante en mi educación cristiana, como una guía en el camino de aceptar a Cristo como Amigo y Salvador y en la formación del carácter cristiano.
Siendo adolescente, inicié en el ministerio de la música como pianista acompañante. Fui asignado para enseñar himnos para niños, del “Himnario Infantil” (Secretaría de Educación Cristiana, IMMAR, 1973) y de “Himnos y Cantos para los Niños” (CUPSA, 1987). Al ingresar a la carrera de Medicina, abandoné los estudios formales de piano, la escuela dominical y paulatinamente el piano. El distanciamiento fue mayor cuando realicé la segunda especialidad médica.
La idea de preparar arreglos musicales para piano de Cantos Infantiles, inició cuando mi hija (Dafne), ingresó al grupo de párvulos en la escuela dominical (2007). Regresaba a casa y cantaba esos hermosos cantos; pero me di cuenta que muchos se habían olvidado y lo que en mi opinión era lo peor: no había acordes, ni partituras con los cuales quedara registrada toda esa herencia musical. Comencé a buscar en internet y en todas las plataformas digitales, no había nada. Efectivamente existen muchas colecciones con letra y acordes para guitarra, así como videos y archivos digitales. Pero no había partituras infantiles, por consiguiente, se perderían en la memoria de todos aquellos que asistimos a la escuela dominical en la segunda mitad del siglo XX. Tenía la idea, pero ningún plan, solo era un buen deseo.
En el 2011, pasé por una experiencia terrible que me hizo refugiarme en mi casa por unos meses. Por indicaciones médicas, debería guardar reposo absoluto, no podía hacer casi nada y aunque tenía restricciones físicas, mi mente no se detenía de repasar las melodías que tenía almacenadas en la mente. Ese año decidí iniciar con este proyecto, con un plan y metas establecidas.
El objetivo era simple, realizar las partituras con los arreglos para piano y guitarra de los cantos infantiles cristianos contemporáneos, que son del dominio público, de quienes se desconoce el autor y compositor.
El camino no fue fácil. Aprendí a escribir música, cuando no existían los programas digitales. Así que escribir música, para mi era sinónimo de papel y lápiz. Era un trabajo maratónico: escribir, tocar en el piano, escuchar, borrar y volver a corregir. El cuaderno pautado terminaba gris de todas las borraduras y enmendaduras. Agradezco a Dios por haberme puesto en el camino al Mtro. Oscar Díaz García de la Licenciatura en Composición (Facultad de Música, UNAM), quien colaboró como editor musical y me enseñó el manejo del programa SibeliusÒ. Con este avance tecnológico, se facilitó la escritura, transcripción y edición de la música, además tenía la posibilidad de reproducir el fragmento musical y exportarlo a cualquier formato de archivo. ¡Gracias a Dios!
Pero no todo fue tan simple, había canciones que ya no recordaba. Agradezco a Dios por el ministerio del canto de la Hna. Norma Ortiz Romero ( mi maestra de Escuela Dominical), quien grabó algunos cantos. Estoy seguro de que también para ella fue un ejercicio mental.
Mi segunda hija (Kenya), me introdujo en el mundo de la literatura infantil, los libros ilustrados eran una lectura rutinaria. De manera que, al leer esos libros, me surgió la idea de combinar la partitura y la letra con ilustraciones infantiles. Este sueño se cumplió al contactar al Diseñador Gráfico Carlos Alan Maya Navarro ( Diseño y Comunicación Visual, UNAM), quien realizó todas las ilustraciones del libro, incluyendo el Diseño Editorial. Expreso mi gratitud a todas esas personas por su dedicación y trabajo incansables.
Esta colección representa el sentir y preferencias infantiles en la esfera musical de los cristianos evangélicos del Oriente del Valle de México. La Iglesia Metodista “El Mesías”, Los Reyes, es una de las congregaciones protestantes más antiguas y con gran influencia en esa localidad. He procurado seleccionar los cantos que son del dominio público, con Autor y/o Compositor desconocido. Estoy seguro que alguno comentará que el registro vocal, la calidad, forma de la música, vocabulario o gramática, no corresponde a como lo cantan. Debo aclarar que representa cierto estilo musical de la congregación de Metodista Los Reyes. Los arreglos para piano y guitarra son para músicos de nivel básico (principiantes), en muchas congregaciones adolecemos de músicos capaces de leer y ejecutar partituras musicales que tengan cierto de grado de dificultad. Como un recurso extra, disponemos de un canal de YouTube (Escuela Dominical Los Reyes), donde pueden consultar el video siguiendo la lectura musical.
En total son 105 cantos que surgieron en la segunda mitad del siglo XX, algunos de ellos son tan populares como hace 40 años. Los arreglos para piano y guitarra son originales, excepto algunos del Himnario Infantily de Himnos y Cantos para los Niños y del Himnario Metodista, los cuales son usados con permiso. Tres cantos fueron proporcionados por la Comisión Nacional de Música y Alabanza de la IMMAR, se incluye el Himno Oficial de los Niños de la IMMAR: “Pequeño Metodista”.
No obstante, a pesar del tiempo invertido, reconocemos que aún quedan detalles en la composición, la colocación de los acentos rítmicos, las agrupaciones y contracciones de sílabas, los cuales deberán ser corregidos en las próximas ediciones. Así mismo, deberán incluirse los nuevos cantos infantiles que son de este siglo y los himnos infantiles contemporáneos.
Esta colección esta dirigida a la niñez, desde párvulos (3 años), hasta primarios (12 años), he incluido coros sencillos, cantos en los que se pueden incluir coreografías, himnos infantiles y cantos para actividades especiales (navidad, cumpleaños).
Al llegar a este punto, expreso una profunda gratitud a Dios, nuestro Padre Celestial, por darme la fuerza y determinación para completar el proyecto de CANTOS INFANTILES CRISTIANOS. ¡Solo a Dios la Gloria! ¡Amén!
Mi gratitud para Editorial IdeogrammaÒ, para el DG Joel Medina Palacios, quien siempre pone un alto nivel de exigencia, creatividad y profesionalismo.
He realizado el mayor esfuerzo en identificar los cantos que tengan derechos de autor y sean propiedad de alguna editorial o administrador. En esta colección, la gran mayoría de los cantos son del dominio público y no se conoce el propietario. Cualquier omisión, error o inadvertencia, será corregida en ediciones futuras.
Espero que esta Colección de CANTOS INFANTILES CRISTIANOS, sea de utilidad a maestros, pastores, padres, músicos y educadores, con el único fin de dar gloria y honra a nuestro Dios; para que la niñez pueda alcanzar una verdadera experiencia personal con el Bendito Salvador, Jesucristo. Tengo la esperanza que encuentren gozo e inspiración al cantar las alabanzas del Señor.
Su hermano en Cristo
Efraín A. Medina Villaseñor
Director Editorial, Director Escuela Dominical Los Reyes, 2020. Iglesia Metodista “El Mesías”, Los Reyes La Paz, Estado de México.
Esta colección de cantos infantiles puede ser descargado en:
https://metodistalosreyes.org/documentos/cantos-infantiles-cristianos.pdf